El deporte da energía porque activa procesos en nuestro cuerpo que potencian su funcionamiento de manera eficiente. Aunque pueda parecer contradictorio, aquí están las razones principales:

1. Mejora la circulación y el suministro de oxígeno: Durante el ejercicio, el corazón bombea más sangre y los pulmones trabajan más intensamente, lo que mejora el flujo de oxígeno y nutrientes a los tejidos. Este proceso optimiza el rendimiento de las células, aumentando la sensación de vitalidad.

2. Producción de endorfinas: El ejercicio estimula la liberación de endorfinas, conocidas como "hormonas de la felicidad". Estas no solo mejoran el estado de ánimo, sino que también reducen la sensación de cansancio.

3. Mayor metabolismo energético: La actividad física incrementa la función de las mitocondrias, que son las "fábricas de energía" dentro de las células. Más mitocondrias activas significan que el cuerpo puede producir más energía de manera eficiente.

4. Disminución del estrés y la fatiga mental: Hacer deporte reduce los niveles de cortisol (hormona del estrés) y alivia la tensión, lo que a su vez contribuye a un mejor estado de ánimo y mayor energía.

5. Sueño reparador: Las personas que hacen ejercicio regularmente tienden a dormir mejor. Un buen descanso se traduce directamente en más energía al día siguiente.

Aunque puedas sentirte cansado justo después de una sesión intensa, el efecto a largo plazo del ejercicio regular es una mejora en los niveles de energía general. ¡Es un círculo virtuoso que beneficia cuerpo y mente!

¿Tienes alguna actividad física favorita o estás pensando en empezar una nueva rutina?

El mito de que el ejercicio provoca cansancio se origina, en parte, de una percepción inicial y superficial de lo que ocurre durante la actividad física. Aquí está la explicación:

1. Sensación temporal de fatiga: Después de un entrenamiento, especialmente uno intenso, es común sentir cansancio. Esto se debe a que el cuerpo utiliza energía almacenada, como el glucógeno en los músculos, y hay acumulación de ácido láctico, lo que puede generar una sensación de agotamiento temporal.

2. Confusión entre fatiga física y mental: A menudo, las personas asocian cualquier tipo de esfuerzo con agotamiento. Sin embargo, aunque el ejercicio puede fatigar físicamente en el momento, sus beneficios a largo plazo incluyen mejorar los niveles de energía diaria.

3. Procesos de recuperación: Después de ejercitarte, el cuerpo entra en una fase de recuperación que incluye la reparación muscular y la recarga de energía. Durante esta fase, algunas personas sienten una breve disminución en su energía, pero esto es temporal.

4. La paradoja energética del ejercicio: Contrario al mito, el ejercicio regular, lejos de "quitar energía", la mejora. Esto ocurre porque el cuerpo adapta su metabolismo, mejora la circulación y aumenta la capacidad de las mitocondrias para producir energía, lo que resulta en niveles más altos de vitalidad a largo plazo.

Este mito puede persistir debido a la falta de información clara sobre los beneficios globales del ejercicio. ¡En realidad, la actividad física es como una inversión en energía a futuro! Mientras más te muevas, más energía tendrás.

El ejercicio físico y el sedentarismo generan efectos opuestos en el cuerpo, especialmente en términos hormonales y energéticos. Aquí te explico los cambios científicos que ocurren:

Cambios hormonales después del ejercicio

1. Liberación de endorfinas: El ejercicio estimula la producción de endorfinas, conocidas como las "hormonas de la felicidad", que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés2.

2. Incremento de la dopamina y serotonina: Estas hormonas favorecen la sensación de bienestar y calma, además de mejorar la función cognitiva2.

3. Aumento de la hormona del crecimiento (hGH): Esta hormona ayuda en la reparación muscular y en el metabolismo de las grasas, optimizando la recuperación y el rendimiento físico.

4. Reducción del cortisol: Aunque el cortisol aumenta durante el ejercicio intenso, su nivel disminuye posteriormente, ayudando a reducir el estrés.

5. Activación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina): Estas hormonas movilizan energía almacenada y mejoran la circulación sanguínea.

Cambios energéticos después del ejercicio

1. Biogénesis mitocondrial: El ejercicio promueve la formación de nuevas mitocondrias, aumentando la capacidad del cuerpo para producir energía de manera eficiente.

2. Mejor captación de glucosa: Los músculos absorben más glucosa del torrente sanguíneo, regulando los niveles de azúcar y proporcionando energía sostenida.

3. Optimización del metabolismo: La actividad física mejora la sensibilidad a la insulina y acelera el metabolismo basal.

Efectos del sedentarismo

1. Desequilibrio hormonal: El sedentarismo está asociado con niveles elevados de cortisol, lo que puede aumentar el estrés y la inflamación.

2. Resistencia a la insulina: La falta de actividad física reduce la sensibilidad a la insulina, aumentando el riesgo de diabetes tipo 2.

3. Disminución de la biogénesis mitocondrial: La inactividad limita la producción de mitocondrias, reduciendo la capacidad energética del cuerpo.

4. Acumulación de grasa: El sedentarismo favorece el almacenamiento de grasa y disminuye la capacidad del cuerpo para utilizarla como fuente de energía.

En resumen, el ejercicio físico genera un entorno hormonal y energético que favorece la salud y el bienestar, mientras que el sedentarismo tiene efectos negativos que pueden llevar a problemas metabólicos y hormonales. ¡Moverse es clave para mantener un cuerpo y mente saludables!

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Carlos M.

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Laura G.

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